3 de junio de 2008

Quienes lo han probado dicen de él




Cardito de Puchero constituye una historia de dignidad y superación personal, un cuarto de siglo de educación en do mayor. Juan Rincón Ares, (…) relata con inusual ternura y sencillez las vicisitudes de la educación de adultos y, por tanto, de la evolución social de esta tierra. (Enrique Alcina en Diario de Cadíz)
Sin duda alguna, es un libro necesario para conocer de verdad esta experiencia educativa única en la historia de la educación en Andalucía, en él reflejas planteamientos educativos, pedagógicos, didácticos y, a la vez, vitales, ideológicos, sociales, antropológicos, intentando poner en marcha, y consiguiéndolo en muchos centros, no sin superar enormes dificultades, el paradigma pedagógico de educación liberadora propugnado por nuestro “padre” Paulo Freire, santo y seña del modelo de alfabetización andaluz, y del cual, de su puesta en marcha y su generalización, también me honro enormemente de haber podido participar activamente, por lo que me considero un privilegiado profesional de la educación. ( Paco Poveda. Inspector de Educación)

¡Qué maravilla, Juan! Esto deberían dárselo a los profesores nuevos. Es de libro de texto. ( Maria Luisa Miras. Web El Diálogo. Almería)

Juan, has escrito palabras, yo he leído imágenes, he visto vuestras caras, he reído y también he llorado. El secreto escondido de las mujeres: nuestras madres, abuelas ...está a salvo contigo. (Virtudes Lopez. Directora del Certamen de Relatos de la Asociación "Cerdá y Rico". Jaén)

La primera impresión leyendo los primeros capítulos, me parecía un libro fundamentalmente dirigido al mundo de la enseñanza y la educación. Continuando con la lectura, la ternura se hace dueña y señora de todas las páginas, aunque inicialmente sorprenda la parte autobiográfica, me parece que ayudan a comprender mejor las relaciones entre profesor y alumno, sobre todo cuando la lectora (es decir yo) no tiene ningún tipo de relación con el mundo de la enseñanza y menos con la Educación de Adultos

Por último, sinceramente, un relato encantador, tierno y delicado, muy lindo y muy intenso en su parte sentimental, tanto que incluso me ha hecho llorar al final (no se lo digas a nadie, vale?) (Edurne C., Guipuzkoa)

Es un libro cuajado de la ingenuidad y la picaresca andaluza, características ambas, que hermanadas, pueblan las páginas, repleto de matices significativos, de pequeños profundos, y en el que sus letras y palabras, desprenden continuamente, un deje querencioso y un olor a confraternización y a tierra nuestra. (Enrique B. , Fuenlabrada)


En tu libro está la esencia del trabajo, los prototipos de nuestras alumnas, las lágrimas insostenidas, las caricias, las horas de lucha profesional, los comecocos ideológicos, las dudas, muchas dudas, las convivencias pacíficas, las radicales, las furias juveniles, el reposo manso del guerrero a los cincuenta y .... (Ana Durán. Sevilla)

Me leí el libro de una sentada y lo disfruté mucho. (Mar San Narciso)

Juan tiene la habilidad, con sus palabras, a transportarnos a todos a nuestras propias vivencias. Ese incensante divagar por nuestras propias necesidades para hacerles la vida un poco más cómoda a nuestr@s alumn@s. ....lo veo luminoso, porque es la vida misma y me niego a pensar que esa vida mía, esa vida de todos ha sido cutre, ha sido luminosa porque en ella hemos puesto todos nuestra ilusiones por crear algo fabuloso, porque el enriquecimiento personal es bueno y porque hemos formado parte de una historia de vivencias profundas.

Gracias Juan por hacer público todas nuestras experiencias a través de este libro. (Aurora Ponferrada, San Roque)

Sólo quería agradecerte tus recuerdos ya que con ellos has hecho más vivos los míos. (Anabel, nieta de Rosa, la pistola)

Un tratado de humanidad y pedagogía. (Antonio Muñoz Cuenca en Tele Puerto)


Has pintado una época y has recogido perfectamente esa música de fondo que pienso resuena en la memoria de tod@s. Un abrazo. ( Rafael Navarro. Huelva.)

…qué más se le puede añadir a un puchero dónde cargado de verdad, no cabe más que soñar...revivir...pensar... (Mía de la sota. Peñíscola)

Con "Cardito de Puchero" se recupera la memoria colectiva de un grupo de maestros y maestras que imaginábamos cambiar el mundo... sólo un poquito. (Rita Olmos. La Línea)

De ese "Cardito de Puchero" no me cansaría yo de tomar nunca. Según la parte que leas, le sacas sabor a vergüenza ajena, a amor, a penas, a alegrías, a risas (Maria Jesús Moragues. Alumna. El Puerto de Santa María)

…el aroma entrañable de la hierbabuena buena del cariño, con la cuchara mojada de tantas ilusiones, tantas vivencias , tantos avatares, tantos y tantos años.... (Soledad Gomez. San Fernando)

¿Sabes?, en aquel trazo que marcabas con el dedo no había un cero, ni siquiera un deo. Sigue habiendo un "circulo de tiza" que aún no hemos conseguido romper.Romper el círculo, desterrar la tiza y poder ver los "deos". (Ricardo. Jimena de la Frontera)

Qué fantástica historia, Juan, inolvidable. Seguro. El final participativo en el teatro me recuerda a las historias que he leído de las representaciones de títeres en los pueblos sicilianos: es ancestral, y es lo mejor: sobrepasar los limites que separan realidad y teatro. ¡Bien por Mercedes y su A! (Luisa Miñana . Escritora)

Me lo he pasado bomba leyendo …. eran las dos de la mañana, y yo sola (ya se habían acostado todos),no paraba de reírme, porque me recordaba a mis alumnas, a tantos días parecidos que hemos pasado con ellas ( desde La Jara. Purchena)

A mi me ha tocado la "mala" suerte de casarme con una maestra. La "malísima"suerte de que sus alumnas sean "mayores" y el colmo de la "requetísima" mala suerte es que alguno de sus compañeros cuente sus vivencias en libros. Así que, por favor, no te molestes en volver a sacar nada en papel y mucho menos esas insignificancias de la inteligencia de las personas, de la capacidadde amar, de enseñar palabras como LIBERTAD o IGUALDAD, de la incapacidad de los "indocentes" para sentir y hacer sentir.¿Para qué necesitamos saber que hay personas capaces de abrazar a la protagonista de una obra teatral sin importarle nada superfluo sino sólo la compasión y el evitar el dolor? ¡Que tontería eso de la comunicación y el diálogo [¿para qué? si ya tenemos la TV]! ¡A ver cuándo se escriben cosas de llenar (plenamente) el alma y conmoverse! ¡Yo no necesito enterarme que hay genios que hablan de acentos en los números! ¡Yo no quiero saber que algunas"sabias" hablan de Mozambrice para no hacer cuentas! ¡Tiene castaña tener que leer que un maestro es un SANTO por tener paciencia! Yo no puedo aguantar más esta mala suerte y he decidio "separarme" de este mundo vacío, insolidario, desalmado y necio que es el MUNDO DE LOS ADULTOS. Pero lo he decidio tarde y ya estoy contagiado. Ya me tengo que aguantar y llevar la desgracia de estar ENAMORADO de todo lo que hacéis. Siempre por siempre.

El contagiado sin remedio.

PD: Deseo con tada mi alma que Jacinto te salude. (Juan. Sevilla)